Novedades en la Radio





Fragmentos radiales estreno Mayo / Junio:

"La Biblio y La Radio"
Cuentos y Trabalenguas.

"Viviendo el Mundial" Sudáfrica 2010.
Los Profes y los Jóvenes del CeC a tono con el inicio del sueño.

"Leyendo la vida" Edición 2010
El programa del PAEBYT

Hasta siempre y hasta pronto.

Hace ya varios años, encargué un trabajo a Las Arañitas (ni siquiera tenían ese nombre todavía). Se trataba de unas fundas para los almohadones de las sillas de casa. Hubo pasaje de medidas y elección de colores. Después de un tiempo, estuvo listo el pedido. La misma Sofía vino a traérmelo a la Biblio. Yo estaba muy contenta con poder llevarme a casa semejante artesanía. Por eso me llamó la atención que minutos después, viniera Marisa a la Biblio con una cara de preocupación que daba miedo. Como todavía no la conocía demasiado, no imaginaba lo que venía a decirme. ¿Qué podía ser tan terrible para tenerla así de procupada? Venía, de algún modo, a disculparse. Por la demora y por algunas desprolijidades en la terminación de las fundas. Por supuesto que ninguna de las dos cosas me habían preocupado a mí así pensé que no hacía falta la disculpa. Pero después, viendo crecer a Las Arañitas, entendí mejor. Es que el desafío que asumió Marisa iba más allá de enseñar las técnicas del telar. Mucho más allá: había que enseñar "a trabajar" en tanto es una actividad que exige compromiso, organización y responsabilidad colectiva y solidaria, porque Las Arañitas tenía que funcionar más que como un grupo de mujeres haciendo algo que les gusta: tenía que ser un equipo de trabajo. Y la verdad es que a trabajar también se aprende. Sobre todo cuando el trabajo sistemático, reconocido, digno, fue el gran ausente en los últimos años de esas mujeres y sus familias. Por eso creo que los que pudimos ver la trastienda de un bolsito, una chalina, un poncho elaborado por las manos de las Arañitas carrillenses, vemos mucho más que el objeto mismo, que las lanas, los hilos, los colores, la trama... vemos a un grupo de mujeres que de la mano de Marisa fueron ganando confianza en ellas mismas hasta reconocerse capaces de hacer lo que hacen. Así que, Marisa, en ellas te quedás de algún modo. Y en la pulserita que estaba haciendo José y que lo convocaba a volver al CEC para continuar su trabajo. Y en el desafío que nos queda a nosotros para seguir apuntalando y sosteniendo al grupo que no deja de necesitarte. Igual, por supuesto, tu decisión es válida y comprensible (de todos modos, vale extrañarte, no?).
Gracias a vos.
María Inés